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Ante el odio, amor. Ante la violencia, denuncia. Ante la vergüenza, ORGULLO.

Publicado: 2017-06-28

Hoy 28 de Junio se celebra el día central de la reivindicación de los derechos de las personas LGTBiQ ya que se recuerda lo que se considera como la primera vez que en Estados Unidos las personas homosexuales se unieron para resistir el abuso que los policías de Nueva York ejercieron contra los asistentes a un pub, Stonewall Inn, en 1969.  

Han pasado 48 años y, aunque casi todos los países desarrollados tienen una legislación específica de protección y derechos, menos del 25% de los países del mundo tiene alguna ley que le dé algún derecho a la comunidad LGTBiQ. De hecho, en 76 países las relaciones homosexuales son ilegales, en 8 se aplica la pena de muerte y en 14 hay penas desde 14 años a cadena perpetua. De hecho, el índice de violencia ha aumentado y las masacres en bares gay friendly sucedidas en el último año en Orlando, EE.UU. y Xalapa, México, son tristes evidencias. Así, entre 2008 y 2015 se han registrado 1 970 casos de personas trans* asesinadxs, tomando en cuenta que, en ciertos países, no todos los casos se han registrado ni interesa tener cifras oficiales.

En el caso del Perú, nuestro país está entre los países occidentales más retrasados en este tema ya que no tiene ningún derecho en su legislación para la comunidad LGTBiQ. Lesbianas, gays, trans*, bisexuales, interesexuales, queers y heterosexuales que apoyan la igualdad ante la ley de todas y todos estamos totalmente desprotegidos. Hasta los avances caen en una lamentable ridiculez por su reducida eficiencia ante la enorme evidencia de discriminación. A continuación, un resumen de la discriminación de Estado que sufre la comunidad LGTBiQ en el Perú:

Fuente: elaboración propia

Para evidenciar que la discriminación desde el Estado a la comunidad LGTBiQ es un tema absolutamente actual, cabe recordar que ha sido durante este año 2017 que sucedió la derogación hecha por la maquinaria parlamentaria fujimorista del Decreto Legislativo 1323 promulgado por el Ejecutivo que introducía como causales de crímenes de odio la discriminación por orientación sexual e identidad de género, agravando así las penas por estos crímenes.

Otra evidencia de discriminación de Estado que no debemos dejar de poner en la mira es el caso municipal cuyo servicio de serenazgo, vigilancia pública oficial, no solo no evita la discriminación sino que la ejerce contra la comunidad LGTBiQ justificando su actuación llamando “acto osbceno” a un beso entre dos personas del mismo sexo en un espacio público, algo que la CIDH condena y propone cambiar en nuestro país. 

Una tercera evidencia es el fallo del Tribunal Constitucional con el que las personas trans* pueden cambiar su nombre y sexo en el registro nacional de identidad. Esto podría ser un respiro de igualdad entre tanto abuso de Estado pero uno se da cuenta que es más de lo mismo al leer las pobres discusiones alrededor de este tema, llenas de prejuicios, así como al constatar que para dicho cambio registral se exige primero un permiso judicial, lo que constituye un obstáculo inmenso y doloroso para que las personas trans* ejerzan sus derechos.  

Quizá lo evaluación más positiva del año transcurrido es que los derechos LGTBiQ constituyen actualmente un tema de agenda pública: ningún partido político participante de las elecciones de 2011 proponía un programa que incluyera a la población LGTBiQ mientras que en 2016 varios lo han hecho, aunque solo un único partido político haya propuesto otorgarles derechos plenos a las personas LGTBiQ con políticas públicas concretas.

#ConMisHijosNoTeMetas es una campaña importada al Perú por fanáticos religiosos evangelistas que también luchan entre ellos por adquirirse el liderazgo, Los Rosas (el congresista y su hijo) y Los Aguayo, y que cuentan con muchos recursos económicos (Iglesias, entre ellas la Católica), periodísticos (ej. Butters) y políticos (principalmente el fujimorismo y aliadxs). Esta campaña se ha articulado alrededor de un concepto inexistente como es “ideología de género” como si la idea detrás del plan de educación sexual integral propuesto para el Perú por el Ministerio de Educación quisiera “homosexualizar a los niños” como si fuera posible hacer tal cosa y cayendo en el desconocimiento absoluto de conceptos de género o, más probablemente, en el aprovechamiento de la ignorancia de los demás.

La “ideología de género” es una etiqueta utilizada para confundir lo que realmente consiste en educar con un enfoque de género que solo aspira a que se enseñe desde el colegio a tratar a todas y a todos por igual, sin excepción ni discriminación, protegiendo así a las niñas y niños del bullying, fomentando el desarrollo integral de su personalidad e impulsando una sociedad futura menos violenta y más respetuosa e igualitaria. Lamentablemente, el Gobierno cedió a las presiones y dio marcha atrás.

A pesar de esta campaña, se ha logrado colocar en la agenda pública la lucha por los derechos a la igualdad ante la ley. Todos hablamos de esto lo cual es un logro que le corresponde al movimiento LGTBiQ peruano, desde los grupos pioneros hasta los de reciente pero activa participación. Han realizado un enorme trabajo de incidencia política y han mostrado capacida al haber hecho socios incluso dentro del Estado como la Defensoría del Pueblo, el Jurado Nacional de Elecciones y congresistas como Marisa Glave e Indira Huilca que han propuesto una Ley de Identidad de Género, así como Alberto de Belaúnde y Carlos Bruce, impulsores de intentos fallidos pero pioneros en el Perú como la Unión Civil y la consideración de crímenes de odio a la discriminación por orientación sexual e identidad de género. El movimiento LGTBiQ peruano también ha logrado la visibilidad del sufrimiento de las personas no heterosexuales en el Perú y la sensibilización de gran parte de la población ante este tema, dándole la fortaleza necesaria a muchas personas para luchar por sus derechos y estar orgullosas de lo que son.

Es a este movimiento LGTBiQ peruano al que hay que seguir fortaleciendo, animando, dándole recursos, capacitaciones, protección y acceso a las instancias del Estado para que pueda seguir trabajando por todas y todos lxs que somos tan profundamente discriminados en nuestro propio país. Las formas de aportar son diversas y todas son necesarias: Asistir a los actos de reivindicación; tocar temas LGTBiQ con normalidad en las conversaciones cotidianas; salir del closet; denunciar actos de violencia; eliminar el lenguaje homofóbico que sin darnos cuenta, o haciéndolo, utilizamos a diario; y reclamar a viva voz en las calles, las redes y las aulas, que todas y todos somos iguales ante la ley. Particularmente, algo que nos falta en Perú es que las Instituciones de Defensa Legal tomen esta bandera como suya y se involucren decididamente en los procesos judiciales a favor de las víctimas de delitos de discriminación contra la comunidad LGBTiQ en el Perú, así como ya lo hacen con las víctimas del terrorismo.

Hay mucho por hacer y una de ellas es hacernos visibles un día como el de hoy, pero no solo hoy. Animo a toda la comunidad LGTBiQ, de la cual formo orgullosamente parte, y a todas las personas que creen en la igualdad a luchar por nuestros derechos. Y recuerden: Ante el odio, amor. Ante la violencia, denuncia. Ante la vergüenza, ORGULLO. Orgullo de ser lo uno es.

¡Feliz Orgullo LGTBiQ 2017!


*Trans* va con asterisco porque es un término general que incluye varias definiciones (transgénero, transexual, travesti...). Todxs somos lo que sentimos que somos, todxs nos merecemos el mismo respeto, sea como sea que deseemos definirnos.

*Fuentes: Informe Anual sobre Derechos Humanos de Personas Trans, Lesbianas, Gayst Bisexuales en el Perú 2015-16. / Informe “Homofobia de Estado”, de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA)


Escrito por

Piero Bacigalupo

Peruano. Actuario. Economista. Activista pro derechos humanos y libertades. Ciudadano del mundo. @pierobacich


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